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China Conmemoró el 80º Aniversario de la Victoria en la Guerra de Resistencia contra la Agresión Japonesa

Prensa LAUICOM- El 3 de septiembre, China celebró en la Plaza Tiananmen, en Beijing, el 80º aniversario de la victoria sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial. El acto conmemorativo, que tuvo lugar con un desfile militar de gran envergadura, destacó el papel histórico de China en la derrota del fascismo durante el mayor conflicto bélico de la historia, un aporte reconocido por historiadores internacionales que sitúan al país como una de las principales potencias ganadoras.

La ceremonia fue presidida por el Presidente Xi Jinping, quien realizó una revista de tropas y dirigió un discurso ante más de 50.000 asistentes. En su intervención, Xi afirmó que el pueblo chino “se mantiene firme en el lado correcto de la historia” y abordó los desafíos globales actuales, como los conflictos en Ucrania, Palestina y Medio Oriente, así como las tensiones comerciales impulsadas por Estados Unidos.

El desfile, compuesto por 45 formaciones, incluyó la participación de veteranos de la guerra de resistencia contra la agresión japonesa, así como de unidades modernas de las Fuerzas Armadas chinas. Durante la exhibición, se presentaron armas de nueva generación, destacando el avance tecnológico y el riguroso proceso de modernización de la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea del país, lo que reflejó el desarrollo continuo de su estructura de defensa nacional.

La conmemoración contó con una significativa presencia internacional. Más de 20 líderes mundiales asistieron a los actos oficiales, reforzando el peso geopolítico de China en el escenario global. Entre ellos se encontraban el Presidente de Rusia, Vladimir Putin; el Presidente de Irán, Masoud Pezeshkian; el Líder de Corea del Norte, Kim Jong-un; y el Presidente de Indonesia, Prabowo Subianto

La jornada concluyó como un evento de carácter conmemorativo, enfocado en honrar el pasado, reafirmar el compromiso con la paz y proyectar la imagen de una China moderna, segura de su papel en el orden internacional.

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La OCS y los Aliados del Orden Multipolar: Diálogo, Soberanía y Cooperación en un Mundo en Reconfiguración

Prensa LAUICOM – El 1 de septiembre de 2025, se celebró en Tianjin, China, el 25º Consejo de Jefes de Estado de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), presidido por el Presidente de China, Xi Jinping, en el Centro Internacional de Convenciones y Exposiciones de Meijiang. Participaron líderes de los países miembros, entre ellos Vladimir Putin (Rusia), Narendra Modi (India), Kassym-Jomart Tokayev (Kazajistán), Sadyr Japarov (Kirguistán) y otros, además del Secretario General de la OCS, Nurlan Yermekbayev. El encuentro, marcado por una intensa agenda de cooperación regional y global, reafirmó el compromiso colectivo con una geopolítica más equilibrada.

Bajo el lema “Impulsando el Espíritu de Shanghái: La OCS en Acción”, los líderes reforzaron la cooperación en seguridad, economía, desarrollo sostenible y tecnología. Se aprobaron 24 documentos, incluida la Declaración de Tianjin y la Estrategia de Desarrollo de la OCS hasta 2035, así como una declaración conmemorativa por el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y la creación de la ONU, resaltando el papel histórico de los países miembros en la lucha contra el fascismo y su compromiso actual con un orden mundial más justo, democrático y multipolar, que desafíe las estructuras hegemónicas del sistema internacional.

Además, se firmaron acuerdos clave para establecer el Centro Antidrogas de la OCS y el Centro Universal para Contrarrestar Amenazas a la Seguridad, mecanismos que refuerzan la capacidad de la organización para enfrentar desafíos transnacionales con enfoques coordinados y soberanos. Estos consolidan la OCS como un actor central en la geopolítica euroasiática, promoviendo soluciones autónomas frente a las intervenciones unilaterales y las imposiciones externas.

La cumbre otorgó a la República Democrática Popular de Laos el estatus de Socio de Diálogo de la OCS y a la Comunidad de Estados Independientes (CEI) el de Observador, ampliando así su influencia en Asia Central y más allá. Cholpon-Ata, en Kirguistán, fue designada “Capital Turística y Cultural de la OCS” para 2025–2026, destacando el papel del intercambio cultural en la construcción de una identidad compartida basada en el respeto mutuo y la diversidad.

El evento coronó la presidencia china (2024–2025), un periodo en el que China impulsó una visión estratégica de integración regional, soberanía tecnológica y justicia en el sistema internacional. La responsabilidad pasó ahora a Kirguistán, que presentó como tema de su mandato: “25 años de la OCS: juntos por un mundo estable, desarrollo y prosperidad”. Entre sus propuestas destaca la creación de un mecanismo de ayuda en desastres, reflejando una dimensión humanitaria que fortalece la solidaridad entre los Estados miembros y proyecta la OCS como un actor clave en la geopolítica de la cooperación.

Tras la cumbre principal, se realizó la reunión “OCS Plus”, con participación de socios de diálogo y organizaciones internacionales, centrada en multilateralismo, seguridad regional y desarrollo sostenible. Este espacio reafirmó la necesidad de construir un orden global más inclusivo, donde los países del Sur Global puedan ejercer su voz sin subordinación, promoviendo una geopolítica de cooperación, no de confrontación, y avanzando hacia un mundo verdaderamente multipolar.

Al finalizar, el Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, y el Secretario General de la OCS ofrecieron una rueda de prensa conjunta, destacando los logros del encuentro y el fortalecimiento del papel de la OCS en la gobernanza global y regional. Subrayaron que la OCS no es una alianza militar ni una coalición de bloque, sino un espacio de diálogo estratégico que defiende la soberanía, la no intervención y la cooperación horizontal —valores esenciales para una geopolítica justa y un sistema internacional multipolar.

Voces del Sur en la construcción de un mundo multipolar

En este escenario de transformación geopolítica, Venezuela emerge como el país de América Latina que más se alinea con la visión estratégica de la OCS. Su política exterior, basada en el rechazo al intervencionismo, la defensa de la soberanía nacional y el fortalecimiento de alianzas sur-sur, refleja una profunda sintonía con el «Espíritu de Shanghái». A través de vínculos crecientes con China, Rusia, Irán y otros Estados miembros, Venezuela impulsa una alternativa concreta a la hegemonía unipolar, posicionándose como un actor clave en la articulación de una geopolítica más equilibrada y justa.

Esta visión no solo se expresa en lo político, sino también en lo simbólico y comunicacional. Es aquí donde entra en escena la Universidad Internacional de las Comunicaciones (LAUICOM), institución que, como Venezuela, defiende una transformación radical del sistema de información global. Ambos actores comparten una visión común: la necesidad de desmantelar las narrativas dominantes que legitiman el poder hegemónico y construir, desde los pueblos, una comunicación liberadora, crítica y autónoma.

LAUICOM entiende que el control de los medios de comunicación ha sido históricamente un instrumento de dominación en la geopolítica global. Por eso, su misión se centra en formar comunicadores comprometidos con la justicia social, la descolonización del conocimiento y la defensa de la soberanía simbólica. Al promover periodismo de resistencia, medios comunitarios y tecnologías de comunicación alternativas, LAUICOM impulsa una geopolítica de la palabra, donde las voces del Sur Global puedan ser protagonistas, no espectadoras.

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Son de Sucre y LAUICOM acuerdan alianza estratégica para fortalecer la comunicación popular

Prensa LAUICOM- En el marco de un conversatorio realizado en el Salón Earle Herrera de la Universidad Internacional de las Comunicaciones (LAUICOM), el Movimiento Comunicacional Son de Sucre y el Vicerrectorado de Vinculación Social y Desarrollo Territorial de LAUICOM acordaron una ruta de trabajo conjunto orientada a fortalecer la comunicación popular, la formación comunitaria y la defensa sociopolítica del pueblo organizado.

La reunión, encabezada por el Dr. Ibrahim Infante, responsable de Vinculación Social y Desarrollo Territorial de LAUICOM, y la Prof. Tamara Díaz, Vicerrectora Internacional de LAUICOM, contó con la participación de representantes de las distintas coordinaciones de Son de Sucre, movimiento que agrupa a activistas comunicacionales de 32 organizaciones del Municipio Sucre, Estado Bolivariano de Miranda.

Desde inicios de año, este colectivo ha desarrollado un proceso de autoformación con más de 20 facilitadoras y facilitadores, a través de talleres semanales enfocados en el empoderamiento comunicacional del Poder Popular.

Durante el encuentro, se destacó la propuesta de Son de Sucre de extender su experiencia, así como la organización del I Congreso Son de Sucre que se llevará a cabo del 14 al 16 de noviembre de 2025, con un pre-congreso previsto para el 1° de noviembre en las instalaciones de LAUICOM. El evento tiene como propósito central promover la unidad de comunicadores comunitarios, impulsar una red de comunicación popular y discutir estrategias para contrarrestar la guerra cognitiva imperialista.

Como resultado del diálogo, ambas instituciones acordaron cinco ejes de acción para la segunda semana de octubre de 2025: la definición de un plan de formación de formadores; la creación de un plan de intercambio en seguridad y defensa de la nación; la evaluación de certificación conjunta de saberes populares; el acompañamiento integral a la planificación del congreso; y un plan de entreayuda para aprovechar las potencialidades territoriales y académicas de ambas partes.

Esta alianza refleja un compromiso compartido con la educación popular, la soberanía comunicacional y el desarrollo territorial desde lo colectivo.

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Maduro denuncia despliegue militar estadounidense frente a Venezuela y reafirma compromiso con la defensa de la soberanía nacional

Prensa LAUICOM- El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, denunció este lunes un significativo despliegue militar de Estados Unidos en aguas del mar Caribe, cercanas al territorio venezolano. Durante una rueda de prensa dirigida a más de 300 representantes de medios nacionales e internacionales, realizada en el Hotel Meliá Caracas, el presidente afirmó que 1.200 misiles están apostados sobre ocho buques militares y un submarino nuclear desplegados por la administración de Donald Trump en la región.

El jefe de Estado calificó esta acción como “la mayor amenaza militar que ha enfrentado América Latina en los últimos 100 años”, describiéndola como “extravagante, injustificable, inmoral y absolutamente criminal”. Aseguró que esta movilización representa una escalada de la política de “máxima presión” adoptada por Estados Unidos, que ahora adopta un carácter claramente militar. En respuesta, Venezuela ha declarado su “máxima preparación para la defensa de la nación”, basada en el cumplimiento estricto de la Constitución Nacional de 1999, cuya vigencia reafirmó durante el acto al mostrar un ejemplar del texto constitucional.

El presidente subrayó que la respuesta venezolana se enmarca en el marco legal del país y en la voluntad de proteger la soberanía, la integridad territorial y la paz. Destacó el papel fundamental de la movilización popular, alabando la “firmeza, conciencia patriótica y espíritu de resistencia” mostrado por el pueblo venezolano en los recientes días de tensión.

Hizo referencia a las jornadas de alistamiento nacional convocadas los días 23, 24, 29 y 30 de agosto, como parte de una estrategia de defensa integral que articula a las fuerzas militares, policiales y civiles. Según datos presentados por el presidente, más del 90% de la población venezolana rechaza las amenazas externas, una cifra que calificó como récord en cualquier contexto estadístico. Además, agradeció el respaldo de movimientos internacionales, organizaciones solidarias y sectores de opinión pública mundial, incluyendo voces en Estados Unidos, por su condena a las acciones de la administración norteamericana.

En su discurso, el presidente Maduro comparó la actual situación con la crisis de los misiles de octubre de 1962, cuando el mundo estuvo al borde de una guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética por el despliegue de armamento en Cuba. Consideró que no existe precedente similar en el Caribe ni en el hemisferio occidental en tiempos recientes, y citó al intelectual dominicano Juan Bosch para enfatizar que el Caribe ha sido históricamente una frontera imperial, pero nunca escenario de una provocación de esta magnitud.

En su discurso, el presidente Nicolás Maduro aseveró que detrás del reciente despliegue militar estadounidense en el Caribe estaría lo que calificó como la «mafia de Miami», un grupo al que indica de haber tomado el control del poder político en la Casa Blanca y el Departamento de Estado, distorsionando la política exterior de Estados Unidos. El jefe de Estado afirmó que esta influencia ha «mayamizado» dicha política, imponiendo una visión extremista no solo contra Venezuela, sino contra toda América Latina y el Caribe, al considerar que amenazar a Venezuela equivale a amenazar la estabilidad del continente entero. Denunció que estos sectores han promovido la peor versión de la llamada «máxima presión», transformándola en una estrategia de confrontación militar que profundiza la tensión en la región.

Finalmente, el jefe de Estado dirigió un llamado directo al presidente Donald Trump, instándolo a no dejarse arrastrar por lo que calificó como una “diplomacia de las cañoneras”. Le advirtió que aceptar estas presiones podría manchar su nombre con una “masacre contra el pueblo venezolano” y desencadenar una guerra continental. Sin embargo, expresó confianza en que Trump, a quien calificó de inteligente, tomará decisiones en favor de la paz. El gobierno venezolano reiteró su compromiso con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, que prohíbe el uso de la fuerza contra Estados soberanos. El presidente aseguró que Venezuela seguirá defendiendo su independencia con dignidad, en unidad nacional y en apego a la ley, frente a cualquier intento de intervención o agresión externa.

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¡Asamblea General de Trabajadores y Trabajadoras de LAUICOM fue un éxito!

Prensa LAUICOM- La Universidad Internacional de las Comunicaciones (LAUICOM) celebró el 1 de septiembre su Asamblea General de Trabajadores y Trabajadoras de LAUICOM, un espacio colectivo de reflexión, formación y organización que reunió a docentes, personal administrativo, autoridades institucionales y representantes del poder popular en sus instalaciones. El encuentro tuvo como propósito fortalecer la unidad interna, reforzar la seguridad institucional y promover herramientas para enfrentar las campañas de desinformación que afectan al país.

La vicerrectora Tamara Díaz abrió el acto destacando la importancia de conocerse como colectivo y de asumir la seguridad como una responsabilidad compartida. Subrayó que muchas de las noticias que circulan actualmente sobre supuestos vínculos del gobierno venezolano con el narcotráfico, como el llamado “cartel de los soles”, no tienen fundamento y forman parte de una estrategia de desestabilización ya vista en años anteriores. “Las noticias de hoy son muy parecidas a las de hace hace años. Son información falsa que buscan desprestigiar al país y justificar agendas ajenas a nuestros intereses”, afirmó. En ese sentido, llamó a la comunidad universitaria a ser críticos con la información que consumen y a no caer en las trampas de la manipulación mediática.

Wilmer Verdú, secretario institucional de LAUICOM, hizo un llamado a fortalecer la movilización social como herramienta fundamental para demostrar el respaldo popular al presidente Nicolás Maduro. Hizo enfasis en la necesidad de visibilizar los esfuerzos de la comunidad universitaria a pesar de que LAUICOM no cuenta con estudiantes de pregrado como otras universidades, Verdú enfatizó que eso no debe limitar su capacidad de incidencia. Anunció la necesidad de hacer un inventario de los recursos disponibles para mejorar la puesta en escena en las actividades callejeras. Además, propuso fortalecer los vínculos con las comunas cercanas, con el fin de construir una red social organizada desde la base y más resistente a las presiones externas.

Durante el evento se presentó la serie de videos “Claramente”, producida por la licenciada Clara Vega, que analiza las campañas internacionales contra Venezuela. A través de tres videos expuso cómo el país es víctima de una guerra híbrida y una guerra de narrativas, donde se promueve la idea falsa de que Venezuela es un “narcoestado” para justificar posibles intervenciones militares y el control de sus recursos naturales. “¿Cómo puede Estados Unidos hablar de corregir el narcotráfico si es uno de los países con mayor consumo de drogas en el mundo?”, preguntó en uno de los videos, resaltando la hipocresía de esas acusaciones.

Por su parte, el profesor William Capó desarrolló una charla titulada “Quince Claves para Aplicar el Método Dialéctico de Análisis de Coyuntura”, en la que explicó que la coyuntura no es solo lo que ocurre en el presente, sino el conjunto de condiciones políticas, sociales y económicas que permiten entender el momento histórico y actuar con claridad.

Wilmer Mora Zambrano, encargado de la Dirección General de Gestión de Seguridad de LAUICOM, insistió en que la prevención es más efectiva que la reacción. “Solo quienes conocen los riesgos pueden proteger un lugar”, afirmó, y recomendó medidas concretas como el uso obligatorio del carnet de identificación visible y una vestimenta adecuada dentro del recinto, dada la relevancia política y académica de quienes trabajan y visitan la institución.

El evento concluyó con un fuerte mensaje de unidad, compromiso y responsabilidad colectiva. Las autoridades y participantes coincidieron en que, en tiempos de crisis y presión externa, la organización, el conocimiento y la movilización son pilares fundamentales para defender la institución, el pueblo y la soberanía nacional.

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Capitalismo de Ignorantes ¿Vivimos una crisis educativa mundial?

Por Fernando Buen Abad Domínguez

Una pregunta seria por la crisis educativa mundial del capitalismo que padecemos, no puede responderse con superficialidades ni con cifras frías tomadas de organismos internacionales que, a menudo, son parte del problema. No basta sólo con contabilizar alumnos matriculados, los índices de deserción, las tasas de alfabetización funcional ni los presupuestos asignados a las universidades. Esa crisis, tal como es, debe entenderse en toda su densidad histórica, política, económica, semiótica y filosófica. Debe pensarse desde las raíces estructurales burguesas que hacen de la educación un campo mercenario de disputa, y no únicamente desde las estadísticas que recubren el drama con barnices de objetividad demagógica. En rigor, lo que atravesamos hoy es un conjunto de crisis superpuestas, y entrelazadas, que tocan a la educación como sistema y como proceso, y que obligan a cuestionar la función misma de la escuela, de la universidad y de los proyectos de formación de la conciencia como mercancías.

Es obligatorio recordar que la educación no flota en una mueca filantrópica neutral, está determinada por la lógica del modo de producción dominante y su ideología (falsa conciencia). En un mundo regido por el capitalismo globalizado, la educación está sometida a la dictadura de su mercado. Sus sistemas educativos son evaluados con criterios de “eficiencia”, “productividad” y “competitividad”, categorías tomadas de la barbarie empresarial y aplicadas mecánicamente a su dictadura pedagógica. Su educación se convierte, así, en adiestramiento mercantil y no en un derecho humano universal. En lugar de formar sujetos críticos capaces de transformar su realidad, se entrenan operadores dóciles para un mercado de trabajo precarizado. Esta es la primera dimensión de la crisis, la subordinación estructural de la educación al capital, que la corrompe en su sentido más hondo.

Sus cifras confirman esta tendencia. Según datos de la UNESCO (2023), más de 244 millones de niños y adolescentes en el mundo están fuera de la escuela. En paralelo, más del 40% de los jóvenes de países de ingresos bajos no completan la educación secundaria. Estos números no expresan sólo un escamoteo de recursos, sino la desigualdad estructural del sistema mundial, en el cual el acceso a la educación de calidad es imposible bajo las normas y reglas del capitalismo. Mientras tanto, la educación superior se expande en términos cuantitativos, pero su calidad crítica se degrada o se anula, proliferan universidades privadas de baja o nula exigencia, programas cortos y diplomados pensados como productos de consumo rápido, con el único fin de habilitar competencias puntuales para el mercado. Titulando ignorantes engreídos.

Su crisis se manifiesta también en el plano del contenido. Nunca antes hubo tanta información disponible, nunca antes existieron tantos dispositivos de acceso al conocimiento chatarra; sin embargo, nunca la ignorancia fue tan funcional al poder. La llamada “infodemia” multiplica contenidos fragmentarios, superficiales, efímeros, sin jerarquía epistemológica. En lugar de conocimiento profundo, se fomenta la hiper-conexión sin reflexión. En lugar de pensamiento crítico, se impone la lógica del “clic”. Esta inundación de información funciona como un distractor masivo que degrada el aprendizaje en las aulas, convirtiendo a profesores y alumnos en petulantes repetidores de flujos comunicacionales vacíos. El capitalismo digital, con sus algoritmos de segmentación y control, ha introducido una nueva dimensión de la crisis educativa, la colonización tecnológica de la conciencia. Mucha basura en muchas cabezas para que nada cambie.

El problema no es sólo cuantitativo ni tecnológico su crisis es también filosófica. En gran parte de los sistemas educativos se ha abandonado la enseñanza de la filosofía, la historia crítica, la teoría política y el arte como herramientas de emancipación. Se las sustituye por competencias instrumentales, por módulos de emprendedurismo, por entrenamientos en resiliencia. Su semiosis en la educación es palabrerío déspota para consumidores engreídos que mastican lenguajes parvularios supuestamente técnicos, para camuflar toda la ignorancia burguesa ante los problemas que ocasiona su poder, con la explotación laboral, con la injusticia social. Se enseña a adaptarse, no a cuestionar. Se entrena para sobrevivir en el sistema, no para transformarlo. Así, su crisis educativa es también una crisis de sentido, su escuela y su universidad olvidan para qué existen. Y son especialistas en eso.

No es casual que los gobiernos neoliberales, en todo el planeta, hayan aplicado políticas de austeridad que desfinancian la educación pública. Desde los años ochenta, siguiendo los dictados del FMI y el Banco Mundial, se promove el modelo de “eficiencia educativa” basado en recortes, privatización, descentralización y competencia entre instituciones. En América Latina, África y Asia, millones de escuelas carecen de infraestructura mínima: agua potable, baños, electricidad, internet. En Europa y Estados Unidos, la masificación de la deuda estudiantil convirtió a la educación superior en una trampa financiera que hipoteca el futuro de generaciones enteras. No es una crisis accidental, es resultado de un programa deliberado que busca debilitar la educación pública para abrir más mercado a la privada.

Pero su crisis también se manifiesta en otro nivel: el ético y comunicacional. En muchas aulas, bajo el disfraz del pluralismo, han penetrado ideologías reaccionarias, discursos de odio y camuflajes ultraderechistas que intoxican a los estudiantes y normalizan la intolerancia. Se simula progresismo mientras se vacía de contenido crítico a las consignas. En este sentido, la crisis educativa mundial es también una crisis de hegemonía semiótica: se disputa en el aula el sentido mismo de la democracia, de los derechos humanos, de la igualdad. Sus discursos autoritarios avanzan bajo la máscara de la modernidad. A esto se suma la crisis laboral docente. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que faltan más de 44 millones de docentes en el mundo para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia 2030. Los salarios bajos, la precariedad, la sobrecarga burocrática y la falta de reconocimiento han deteriorado la profesión docente, desalentando nuevas vocaciones. Un sistema educativo mundial sin maestros suficientemente formados ni reconocidos está condenado a profundizar sus fracturas. Su crisis educativa no es sólo de los estudiantes, es también de quienes enseñan en condiciones cada vez más adversas.

Sin embargo en muchas regiones se producen experiencias pedagógicas emancipadoras, comunidades que defienden la escuela pública, proyectos de educación popular que resisten al mercado, pedagogías críticas que siembran conciencia transformadora. Estas iniciativas muestran que su crisis no es de todos, sino desigual y combinada. Precisamente en el corazón de la crisis se encuentran las semillas de la renovación. La pregunta es: ¿qué fuerza política, qué movimiento social, qué proyecto histórico podrá articular esas experiencias para convertirlas en política educativa global?

Nuestra Filosofía de la Semiosis se empeña en intervenir sobre la crisis educativa burguesa que es, en última instancia, una crisis económica de los signos con los que pensamos y actuamos. Las palabras “calidad”, “eficiencia”, “excelencia” han sido intoxicadas por la lógica empresarial y despojadas de su sentido emancipador. La tarea es revolucionarlas, devolverles su vínculo con la justicia social, con la verdad histórica, con la dignidad humana. Nuestra educación no puede ser un negocio disfrazado de servicio, ni un simulacro de inclusión digital, ni un laboratorio de domesticación ideológica. La educación debe ser la praxis de la libertad, la construcción colectiva de saberes que permitan transformar el mundo.

¿Vivimos una crisis educativa mundial del capitalismo? Sí, pero no como una catástrofe natural, sino como el resultado de un proyecto económico y político global que busca subordinar la conciencia a los intereses del capital. Es una crisis burguesa estructural, semiótica, ética y filosófica. Revela la urgencia de luchar por otra educación, liberada de los dogmas mercantiles, sustentada en la verdad, en la igualdad, en la solidaridad. No se trata de reparar una maquinaria averiada, sino de reinventar la educación como derecho universal y como semillero de emancipación. El porvenir de la humanidad depende de la manera en que enfrentemos y combatimos organizadamente esta crisis. Si se acepta resignadamente, la educación se reducirá a un engranaje más del sistema de explotación. Si se asume críticamente, podrá convertirse en la palanca de una nueva civilización. La disyuntiva está abierta. El desafío es urgente. Y la responsabilidad es de todos los que creemos que la educación no puede ser otra cosa que un avance en la revolución de las conciencias.

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Delgado Arria: USA aplica contra Venezuela la metáfora cognitiva de la manzana podrida

Prensa LAUICOM.- «Si estás cerca de Venezuela te puedes podrir. Esa es la operación político cognitiva que busca proyectar ahora el gobierno de Trump. Y la hace aplicando una narrativa gris sobre una red internacional de narcotráfico presuntamente controlada por Venezuela. Apelando a dicho marco cognitivo, el gobierno de Estados Unidos pretende justificar y avanzar en sus acciones injerencistas», así lo declaró, este jueves, Luis Delgado Arria, vicerrector de Investigación y Creación Intelectual de la Universidad Internacional de las Comunicaciones (LAUICOM), durante el programa Agenda Abierta de Telesur.

Explicó que asociar a Venezuela con la metáfora cognitiva “de la manzana podrida” va más allá “de sólo atemorizar con el contagio de algún virus por el sólo hecho de estar política o comercialmente próximos a nuestro país”. Lo que buscan decir, en el fondo, «es que la ofensiva no es solo ni principalmente contra Venezuela. Es una ingeniería discursiva que busca atentar contra todas nuestras principales relaciones internacionales. La operación en verdad es más un mensaje contra China, Rusia, Irán…», expresó la autoridad universitaria en Investigación, durante la entrevista con la periodista Marcela Hereida.

“Venezuela representa hoy la seguridad energética a largo plazo de China, por lo que nuestro país pasa a estar en el epicentro energético, financiero y geoestratégico del planeta. Y como está en peligro el carácter monopólico de la moneda de los Estados Unidos a causa de un endeudamiento público descomunal; los Demócratas y los Republicanos temen quedar como aquel rey del cuento infantil, quien se paseaba sin ropas por toda su comarca confiando en un atuendo invisible, sin imaginar siquiera que lo hacía desnudo…”, advirtió Delgado Arria. Por ello “pueden surgir en breve en los Estados Unidos verdaderos movimientos y partidos de izquierda que dejen en evidencia de que el modelo imperialista capitalista cada día resulta más insostenible”.

En este sentido, el también analista geopolítico, resaltó que el gobierno estadounidense necesita mantener viva en la opinión pública internacional la narrativa sobre el presunto narcotráfico contra Venezuela para justificar así un “conflicto” y una operación de “guerra”, ya que, «la guerra es el estado natural que necesita y va a seguir necesitando para reproducirse el sujeto social que encarna el Capital».

“El estado de guerra permanente del colonialismo capitalista es parecido a la actitud de un hombre psicópata que busca mal poner constantemente a su esposa. El gobierno de Estados Unidos despliega una operación en contra de la base material y en contra de la base espiritual del pueblo de Venezuela, creando un escenario de guerra cognitiva con que lograr un estado generalizado de disociación psicótica y confusión estructural», manifestó Delgado Arria.

Recordó que los inicios de la guerra material y subjetiva contra Venezuela nacen del proyecto de Monroe quien postulaba «América para los americanos — o, mejor dicho: América es y debe seguir siendo siempre para los estadounidenses—». Y como actualmente, «Estados Unidos quiere controlar el mundo», requiere «construir la guerra permanente como una estratagema para eternizar la dependencia».

Finalmente, Delgado reflexionó sobre la política de paz que impulsa nuestro país: “Estamos construyendo las condiciones mínimas indispensables para construir la vida”; al tiempo que advirtió que, “la humanidad ya no resiste seguir siendo vampirizada por el organismo parásito que es el Capital. La Paz es la primera y principal condición material y subjetiva para sobrevivir al (des)orden metabólico social del capital».

Karelly Olivares Moros
CNP 13.266

CARACAS, VENEZUELA - AUGUST 9: President of Venezuela Nicolás Maduro speaks to the press during a press conference on August 9, 2024 in Caracas, Venezuela. Maduro was declared winner of the 2024 presidential election by the National Electoral Council while opposition leader Maria Corina Machado and candidate Edmundo Gonzalez claimed that the final result was not what Venezuelans decided during the election. (Photo by Jesus Vargas/Getty Images)

Pino Arlacchi – El gran engaño contra Venezuela: La geopolítica del petróleo disfrazada de guerra contra las drogas

Un informe de la Unión Europea señala que mafias colombianas, mexicanas y albanesas operan en los puertos de Guayaquil, Ecuador, donde el narcotráfico ha impulsado un fuerte aumento de la violencia. Sin embargo, Venezuela, frecuentemente acusada por Estados Unidos, no aparece como un corredor relevante del narcotráfico en el informe de la UNODC, que identifica a Colombia como principal productor de cocaína y a Centroamérica y África Occidental como rutas clave, sin mencionar a Venezuela ni a Cuba, que mantiene una estricta política antidrogas.

La narrativa estadounidense contra Venezuela, según el exdirector del FBI James Comey, responde a intereses petroleros más que a preocupaciones por el narcotráfico, ya que el país no cumple con las condiciones geográficas ni logísticas para ser un actor central en este delito. Mientras la UE elabora informes basados en datos para combatir el narcotráfico, Estados Unidos utiliza propaganda para justificar políticas enfocadas en los recursos petroleros venezolanos, como sugieren declaraciones de Donald Trump.

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LAUICOM ES TENDENCIA: TALLER DE LIDERAZGO Y ESTRATEGIAS COMUNICACIONALES ILUMINA CUMANÁ

Prensa LAUICOM- La Universidad Internacional de las Comunicaciones (LAUICOM) marcó un hito histórico esta semana al inaugurar el taller presencial en el estado Sucre de: “Liderazgo para la Creación de Contenido y Estrategias Comunicacionales”, llevado a cabo en el prestigioso Museo de Arte Contemporáneo de Cumaná.

Con una convocatoria multitudinaria de comunicadores, activistas sociales, estudiantes y líderes comunitarios, el taller tuvo como objetivo dotar a los participantes de herramientas digitales y estratégicas para fortalecer la comunicación con enfoque social y transformador.

El evento inició el 26 de agosto con la presencia institucional del Secretario General de Gobierno del estado Sucre, Daniel Ruiz, quien asistió en representación de la Gobernadora Jhoanna Carrillo, destacando el apoyo del gobierno regional a iniciativas educativas que empoderan a los comunicadores populares.

Durante su intervención, la Vicerrectora Académica de LAUICOM, Tibisay León Rodríguez, presentó la misión de la universidad: formar líderes comunicacionales con pensamiento crítico, creatividad y compromiso social frente a los desafíos del entorno digital.

La primera sesión estuvo a cargo de Gerson de León Parata, Director de Comunicación de LAUICOM, quien presentó los ejes fundamentales del taller: liderazgo comunicacional, producción de contenido creativo, gestión estratégica de redes sociales y diseño de campañas con impacto comunitario, sentando así las bases para una formación integral orientada al fortalecimiento de la comunicación popular.

El día 27 de agosto el taller estuvo liderado por el Vicerrector de Tecnología y Plataformas Digitales de LAUICOM, Rafael Simón Rosales, quien enfatizó el poder transformador de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la construcción de narrativas populares.

A través de dinámicas interactivas, ejercicios prácticos y espacios de co-creación, los asistentes fortalecieron sus habilidades narrativas, aprendieron a gestionar equipos de comunicación y diseñaron estrategias digitales con enfoque comunitario.

El taller concluyó el 28 de agosto, con una jornada cargada de significado político y simbólico, en la que se encontraron la Gobernadora del estado Sucre, Jhoanna Carrillo, y el Ministro del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales, Ángel Prado. Ambas autoridades destacaron la importancia de formar comunicadores populares capaces de construir narrativas desde el pueblo, para el pueblo.

El acto de clausura incluyó la entrega simbólica de constancias a los participantes, quienes compartieron sus proyectos comunicacionales desarrollados durante el taller, demostrando el alto nivel de apropiación de las herramientas recibidas.

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Economía del dato: la transacción invisible

Por MsC. Martín Augusto Román

Cada operación en la era digital, desde una simple búsqueda en internet hasta una compra en línea, esconde una segunda transacción, una «transacción invisible» que está redefiniendo los fundamentos de la teoría económica. Mientras se intercambia dinero por un bien o servicio, simultáneamente se transfiere un activo de inmenso valor: los datos.

Esta economía paralela, construida sobre la misma infraestructura tecnológica que nuestras comunicaciones, desafía las definiciones clásicas de dinero, valor y mercado, dando lugar a un nuevo ecosistema donde el dato se erige como la unidad mínima de valor. No obstante, el surgimiento de este paradigma no está exento de críticas.

Algunos expertos señalan que la monetización de datos personales plantea serias preocupaciones sobre la privacidad y el control de la información. Además, existen inquietudes sobre la concentración del poder en pocas corporaciones y el riesgo de desigualdades en las economías digitales. Este artículo analiza la evolución de este nuevo paradigma, su impacto en la estructura económica global y los desafíos que presenta para la soberanía de las naciones.

La explosión del valor de los datos: un nuevo orden económico

Hace apenas veinte años, el concepto de «economía del dato» era una abstracción teórica. Hoy, es el motor de la economía global. El cambio ha sido impulsado por un crecimiento exponencial en el volumen de información generada.

En 2022 se generaron, capturaron y consumieron 97 zettabytes (ZB) de datos, una cifra difícil de aquilatar. Para ponerlo en perspectiva, un zettabyte equivale a un billón de gigabytes. Es una cantidad que desafía la intuición. Y la avalancha no se detiene. Las proyecciones indican que para este 2025, esta cifra se duplicará, alcanzando los 181 zettabytes.

Este crecimiento se refleja en el tráfico global de Internet. En 2020, en plena aceleración por la pandemia, el tráfico se estimó en más de 3 zettabytes anuales. Esto equivale a que cada persona en el planeta consumiera 32 gigabytes al mes, o a un flujo constante de 100.000 gigabytes por segundo. Para 2022, esa cifra ya había aumentado un 50%, llegando a 150,000 gigabytes por segundo.

El crecimiento es vertiginoso: hemos pasado de 100 gigabytes por día en 1992 a 150,000 gigabytes por segundo hoy. Un crecimiento de más de mil veces solo en las últimas dos décadas. ¿En qué consiste este tráfico? Cerca del 80% está relacionado con videos, redes sociales y juegos. Es decir, con experiencias eminentemente emocionales, culturales, políticas y sociales.

Este diluvio de información no es un mero subproducto de la digitalización; es la materia prima de un negocio global en auge. El valor comercial de los datos se manifiesta de forma más evidente en el comercio de servicios digitales, que en 2018 ya representaba 2.7 billones de dólares a escala mundial y para el cierre de 2024 su facturación fue de más de $ 1.400 billones.

Más revelador aún es su peso relativo: en dos décadas, la proporción de estos servicios en el comercio mundial pasó del 20% a más del 50%. Este crecimiento no es homogéneo y ha dado lugar a una profunda brecha digital a nivel global.

Para refinar este «nuevo petróleo» la infraestructura y el capital se concentran abrumadoramente en dos regiones: Estados Unidos y China. Juntas, estas dos potencias albergan la mitad de los centros de datos de hiperescala del mundo, han acaparado el 94% de toda la financiación de nuevas empresas de Inteligencia Artificial (IA) en los últimos cinco años y concentran el 70% de los investigadores más competentes en este campo.

Esta concentración de poder se traduce en rentas exponenciales para un pequeño grupo de gigantes tecnológicos. Las mayores plataformas digitales (Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet, Facebook, Tencent y Alibaba) aglutinan casi el 90% de la capitalización bursátil del sector.

Para estas corporaciones, los datos no son sólo un activo, sino el factor de producción clave que les permite optimizar operaciones, personalizar la experiencia del cliente y, lo más importante, desarrollar «productos predictivos».

El análisis de macrodatos (Big Data) permite a estas empresas identificar patrones de conducta y anticipar las decisiones de los consumidores con una precisión sin precedentes. El resultado es una ventaja competitiva abrumadora: el 58% de las compañías líderes en análisis de datos reportan una mejora significativa en su posición competitiva, y más de un cuarto de ellas registra un aumento de ingresos superior al 15% gracias a estas iniciativas.

Comunicación y economía digital: la infraestructura de la influencia

La economía del dato no podría existir sin la infraestructura que la soporta, y esta es, fundamentalmente, la misma que la de la comunicación digital. Internet, los dispositivos móviles y las plataformas de redes sociales no son solo canales para el intercambio de información, sino también para la extracción de valor. Cada clic, cada «me gusta», cada mensaje, es un dato que alimenta los algoritmos. Esta fusión de infraestructuras crea lo que se ha denominado una «sinapsis biodigital», una conexión directa entre los procesos bioquímicos y emocionales del usuario y los intereses económicos de las plataformas.

En este modelo, la comunicación se convierte en el vehículo para la transacción económica invisible. El contenido que consumimos está diseñado para generar un estímulo emocional instantáneo que, a su vez, moviliza una decisión de consumo.

Las emociones, se convierten en el factor mediador fundamental entre la comunicación y la economía. Las plataformas lo saben y han perfeccionado las técnicas para captar la atención del usuario a través de «nudges» o pequeños empujones —mensajes simbólicos, humorísticos o semióticos— que influyen en las decisiones del individuo. Esto da lugar a un «capitalismo de seducción» o «capitalismo afectivo», donde el objetivo no es solo vender un producto, sino generar un vínculo emocional que asegure la lealtad y, sobre todo, el flujo constante de datos.

El modelo de negocio que sustenta esta dinámica es lo que Shoshana Zuboff denomina «capitalismo de vigilancia». Las experiencias humanas privadas se transforman en datos de comportamiento que son apropiados por las plataformas como materia prima gratuita. Este «excedente de comportamiento» —datos que no son necesarios para la mejora del servicio— se utiliza para entrenar algoritmos y generar los mencionados «productos predictivos», que luego se venden a terceros en mercados de futuros de comportamiento.

En este ciclo, el usuario se convierte en un «trabajador ad honorem», cuya actividad digital genera el valor que enriquece a las plataformas sin recibir compensación monetaria directa. A partir de la ingente cantidad de datos recopilados, se construye una «persona digital», un clon virtual de cada usuario que alimenta las lógicas de segmentación y permite una manipulación del comportamiento a una escala masiva y personalizada.

Soberanía y expoliación: desafíos para las naciones en la era del dato

Esta nueva realidad económica plantea un desafío existencial para la soberanía de las naciones, especialmente para aquellas en desarrollo. La brecha digital se ha profundizado, creando una nueva forma de dependencia. Los países con capacidades limitadas para convertir datos en inteligencia digital corren el riesgo de convertirse en meros proveedores de materia prima.

En este neocolonialismo digital, las naciones del Sur Global generan los datos en bruto que son extraídos y procesados por las plataformas del Norte Global, para luego tener que pagar por la inteligencia y los servicios derivados de su propia información. Es una expoliación silenciosa, una transacción invisible a escala geopolítica.

Frente a este panorama, las opciones para desarrollar un potencial digital con soberanía nacional son complejas pero urgentes. La primera y fundamental es la creación de marcos de gobernanza de datos robustos y soberanos.

El mundo observa hoy tres modelos divergentes: el estadounidense, centrado en el control privado; el chino, basado en el control estatal; y el europeo, que busca el control individual. Ninguno de estos modelos es directamente exportable, y cada nación debe encontrar un equilibrio que proteja los derechos de sus ciudadanos, fomente la innovación local y garantice la seguridad nacional.

Desarrollar este potencial requiere de una estrategia integral. Es imprescindible invertir en infraestructura propia, como centros de datos y redes de alta velocidad, para reducir la dependencia de proveedores extranjeros. Paralelamente, es crucial fomentar el talento local a través de la educación en ciencia de datos, inteligencia artificial y ciberseguridad.

Finalmente, en Venezuela se ha puesto en marcha la Gran Misión Ciencia y Tecnología e Innovación que representa la aplicación de políticas públicas que establecen los cimientos para que una parte justa del valor generado a partir de los datos de sus ciudadanos se quede en el país.

La economía del dato es una realidad ineludible. Para las naciones en desarrollo, el desafío no es resistirse a ella, sino encontrar la manera de participar en sus propios términos, transformando la amenaza de la expoliación digital en una oportunidad para un desarrollo soberano y equitativo en el siglo XXI.