Por: José Garcés
Introducción
Lo que sigue son conjeturas que deben probarse en su momento y oportunidad.
Inspirados en la famosa proposición cartesiana, consideramos un grupo de personas con
una importancia insospechada para la sociedad, nos referimos a los ninis. Este sector de
la población que no se decide por ninguno de los dos polos políticos y que parecen
responder al antiguo adagio que reza: “Cuando te pongan a elegir entre dos alternativas,
elige la tercera”. En consecuencia, no se dejan encajonar ni catalogar. Constituyen en sí
mismos una diversidad en su grupo: ningún nini es igual a otro nini. Cada uno deja su
sello personal que explica por qué eligió la tercera alternativa, para ellos cada razón es
diferente a las otras y, aunque, obviamente pueden inventarse categorías justo esto es lo
que representa la fobia más grande de ese sector “apolítico”. Como adoran las
particularidades, creen que sus razones son originales pero en realidad son muy
comunes y predecibles. A continuación, se describen algunas de ellas.
Características psicológicas de los ninis
- Se compromete sólo consigo mismo.
El nini tiene como lema: “Yo soy del partido de Gómez, si no trabajas no comes”. Por
ello, puede participar activamente de los emprendimientos y creer que trata de una
iniciativa estrictamente individual, aunque haya una estructura provista por el Estado
que favorezca la instrumentación de los emprendimientos. - La soledad es su condición definitoria.
La soledad se presenta en la forma de la magnificación de la individualidad y puede
albergar diversidades, mismas que son promocionadas por los medios de difusión de la
ideología burguesa (Netflix, cine, novelas, etc.). En tal sentido, la neurodiversidad y la
sexodiversidad, en sus presentaciones más insólitas, pueden aparecer. - Se podría comportar como el “Individuo tirano”, descrito por Sadin.
Como el nini, sabe que está “perdido en su soledad” y en este sentido puede constituirse
en el “Individuo tirano”, tiene como algunos de sus descriptores los siguientes: Odia a
las mayorías; Reniega de la autoridad; Deslegitima a la autoridades; Descree de los
profesores; Relativiza la opinión del médico respecto a otro médico o internet; Insulta
las fuerzas policiales, militares, etc., Considera que es “normal”, percibe a las figuras de
poder como “iguales” incluso con las que se puede y debe competir; Aspira constituirse
en miles de focos de poder.
Lo expuesto, genera algunos asuntos: - Favorece los fenómenos de parcelamiento creciente de la sociedad.
- Descree de la esfera común como espacio real en el que cada persona alcanza su
beneficio. - Gravita en su mente pero no en forma conspicua.
- Alberga odio, pero esta no es su emoción predominante. Aunque si se explora
debajo de la primera “capa de la cebolla”, con mucha probabilidad se encontrará
el odio ahí, pero, como habíamos dicho, el nini trata de trascender el odio porque
comprendió que el esfuerzo personal es mucho más productivo. - Pierde la esperanza en los proyectos colectivos.
- Desconfía en cualquier iniciativa comunitaria debido a la valoración exclusiva
del esfuerzo personal y en este sentido tiene expectativas en sí mismo. - Teme sufrir. Un terror atávico lo asalta de continuo, el miedo a sufrir. En el nini
operan las continuas y muy efectivas contingencias del punitivo y fiero control
conductual ejercidas por la burguesía a través de toda la historia y lo controlan
todavía hoy con el peso aplastante de lo transgeneracional. ¿Quién puede dudar
que la matanza de 3.600 obreros en el Iquique de 1917 (y las otras matanzas
como la de Puerto Montt, etc.) no tiene efecto sobre el chileno de hoy día? ¿No
es acaso una conducta adaptativa el carácter ladino y esquivo del llanero, en
virtud de las repetidas guerras y alzamientos durante el siglo 19 en Venezuela?
¿La Rotunda y la Seguridad Nacional no andarán gravitando todavía en el
inconsciente colectivo del venezolano? La historia del nini le recuerda en algún
nivel de conciencia que ya ha sufrido demasiado y esto lo impulsa a no creer en
proyectos colectivos. - Adversa la lucha colectiva. El nini ha olvidado una sentencia que nos daban
nuestros ancestros: “Tu nombre es lucha”. Desde hace 500 años esta patria
venezolana ha sido codiciada por potencias imperiales que no van a cejar en su
intento por apoderarse de las riquezas de nuestra tierra, eso nos convierte en
luchadores para siempre y nos incorpora en la dimensión de la “lucha
sempiterna”. Es muy diferente luchar teniendo la idea de que la lucha se va a
acabar algún día, a luchar con la cruda conciencia de que la lucha va a ser eterna.
El nini niega la lucha colectiva y se pierde en una lucha particular, esta vez por
su sustento. El nini ignora la sentencia de Buda: “No hay salvación individual”,
y el vaticinio del maestro Thay que dice: “Estoy convencido de que el próximo
Buda no vendrá en la forma de un hombre sino de una comunidad”. - Olvido del vínculo y la interdependencia. Por eso mismo no piensa que el otro lo
puede ayudar a ser feliz ya que lo han entrenado en la híper-valoración del
esfuerzo individual. Si el nini pensara en el otro, se diera cuenta de que la
dimensión colectiva del ser humano la tiene en la palma de su mano pero para él,
el otro no existe, salvo que sea para apoyarlo como cliente en sus
emprendimientos. Si asumiera al prójimo, comprendería que el otro existe como
sujeto cooperativo de su propio bienestar, ya que vivimos en inextricable
interdependencia y estamos vinculados indisolublemente, podría respirar
tranquilamente. De manera que si el nini pensara en mí, −se diera cuenta de que
yo existo−, “yo” podría aparecer en su vida como un elemento cooperativo en la
construcción de su felicidad, por eso la triquiñuela con Descartes: ¡Piensa, luego
existes!
Corolario
En suma, podemos aventurar algunas ideas:
- No se deja encajonar: “Cuando te pongan a elegir entre dos alternativas, elige la
tercera”. - Se compromete sólo consigo mismo.
- La condición subyacente más importante del nini es la soledad.
- Puede constituirse en el “Individuo tirano” descrito por Sadin, que tiene como
algunos de sus descriptores los siguientes: odia a las mayorías, descree de la
autoridad y trata de constituirse en miles de focos de poder.
Todo lo anterior genera las siguientes características: - Favorecen los fenómenos de parcelamiento creciente de la sociedad.
- Impulsa a no creer más en la esfera común como el espacio real en la que cada
persona alcanza su beneficio. - Alberga odio, pero esta no es su emoción predominante.
- Trasciende la esperanza en cualquier iniciativa colectiva y tiene fe sólo en sí
mismo. - Lo asalta un terror atávico de continuo, el miedo a sufrir.
- La lucha colectiva lo agota, batalla por sí mismo.
- Pánico al asumir que el combate es sempiterno.
- Híper valoración del esfuerzo individual. Subestima la importancia del otro en la
construcción de un mundo mejor. Por eso el llamamiento: ¡Piensa, luego existes!
Posible plan de trabajo
Según este abordaje, estas podrían ser las características fundamentales de la
personalidad del nini (al lado se sugieren algunas alternativas para su manejo): - No se deja encajonar=Valora su particularidad.
- Se compromete sólo consigo mismo=Necesidad de apoyo.
- La condición subyacente es la soledad=Necesidad de apoyo.
- Individuo Tirano (Sadin)=Orientación, manejo político.
- Puede albergar odio=Manejo del odio, subrayar sus consecuencias negativas.
Ofrecer alternativas como el amor. - Tiene esperanza sólo en sí mismo=Apoyarlo moralmente.
- Lo asalta el miedo a sufrir=Manejar el miedo.
- Lucha por sí mismo=Ofrecer apoyo.
- Siente pánico al asumir que la lucha es sempiterna=Orientarlo, manejo político.
- Orientarlo en la interdependencia y el vínculo: ¡Piensa, luego existes!
De manera que las condiciones psicológicas más resaltantes son:
- Necesidad de apoyo.
- Orientación, manejo político para despertar la necesidad de incorporar al otro.
- Odio, Miedo.
Oportunidades
A los ninis puede orientárseles para que incorporen el vínculo y la confianza en las
iniciativas colectivas sin que por ello nieguen su empuje personal; por supuesto, para
ello se debe trabajar las condiciones psicológicas descritas en el punto anterior.
Peligros
Los ninis pueden constituirse en el “Individuo tirano” descrito por Sadin, con las
consecuencias negativas descritas por ese autor y fáciles de prever.
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