A finales del siglo XV ocurre un hecho que marcó la historia universal y que según su visión eurocéntrica constituye el salto de la “edad media” a la “edad moderna”. Éste hecho transcendental fue la donación perpetua de América: de todas y cada una de las islas y tierras desconocidas por Europa halladas por los enviados de los “Reyes Católicos”, así como también las encontradas por sus herederos y sucesores en el futuro.