El 1° de mayo de 1810, varios músicos recibieron de Rodulfo Basalo, administrador de fábrica de la catedral de Caracas, 20 pesos por haber interpretado el Jueves Santo de aquel año, junto con la capilla catedralicia, la Misa en Re del compositor caraqueño José Ángel Lamas (1775-1814). Ese mismo día, el capitán general de Venezuela, Vicente Emparan y Orbe, devela una rebelión militar promovida desde la Casa de la Misericordia, en la actual esquina homónima, que tenía como propósito deponer a las autoridades borbónicas e instaurar un nuevo gobierno en Caracas. Para comprender a profundidad el significado y la trascendencia del 19 de abril de 1810, debemos entender que el rey de España era, desde el 6 de junio de 1808, José Napoleón I, hermano del emperador Napoleón Bonaparte. Los patriotas españoles le llaman el «Rey Intruso» y se oponen a éste desde Cádiz, ciudad española que funge de capital patriótica defensora de Fernando VII.
El triunfo de Petro evidencia la ruptura con la política del pánico, miedo y amenaza
“Se pierden en el horizonte las nuevas posibilidades para el desarrollo binacional entre Colombia y Venezuela, gracias al proceso de normalización de las relaciones diplomáticas que encabezan los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro Moros, para la prosperidad de los pueblos de ambas naciones hermanas”