Calles, redes, medios, paredes y radio bemba
Por Prof. Julio Valdez
Hace muchos años, en un congreso educativo en Colombia, escuché un lema interesante. Se refería a poblaciones diversas que, tras realizar procesos de alfabetización, empezaban a olvidar luego las lecciones aprendidas. La solución se resumía en las siguientes palabras: El aprendizaje de la lectoescritura es directamente proporcional a la circulación del papel. Se referían a una iniciativa (hablamos de los años 70-80) de establecer correspondencia entre las comunidades. Practicaban y reforzaban la lectoescritura contándose las cosas cotidianas, reflexionando sobre algo, enseñando-aprendiendo cómo cada quien resolvía los problemas diarios.
¿Y por qué hablamos de esto ahora? Porque esta historia puede ser convertida en referencia para nuestro trabajo en la formación comunitaria en procesos de comunicación liberadora. Por ejemplo, podemos desplegar acciones formativas en guerra cognitiva, artillería del pensamiento, tanques de pensamiento, entre otros, en diversas comunidades, y, desde un inicio, vincularlas entre sí vía correo, Telegram, Facebook, etc… La relación se daría entre comunidades diferentes entre sí: por ejemplo, entre una de La Bombilla de Petare y otra de El Clavo (Estado Miranda); o una de San José (Caracas) y otra de Monte Carmelo (Lara). Desde un inicio, estas comunidades se comprometen a mantener una amistad a distancia. Hablarán, vía electrónica, de lo que hacen, de lo que aprenden, de cómo y dónde lo aplican. Se pondrán “retos” entre sí, como el de hacer un mural patriota, y compartir el proceso y los resultados. Hablarán de cómo resuelven las cuestiones cotidianas, y compartirán conoceres/saberes. Se trata de una comunicación entre comunidades distantes, que no descarta un eventual encuentro con presencia directa en el futuro.
El mantener este vínculo dialógico en comunidades distantes propiciará, además del ejercicio directo de creación de manejo de medios y creación de contenidos (escritos, vídeos, audios, pod-cast) un intercambio constante de experiencias, ideas, propuestas, aprendizajes, que sin duda han de enriquecer el ser y el hacer de cada comunidad. Además, eventualmente, podría realizarse encuentros (presenciales o virtuales) entre diversas comunidades, para sistematizar sus experiencias e ir avanzando hacia conoceres/saberes más colectivos.