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La OCS y los Aliados del Orden Multipolar: Diálogo, Soberanía y Cooperación en un Mundo en Reconfiguración

Prensa LAUICOM – El 1 de septiembre de 2025, se celebró en Tianjin, China, el 25º Consejo de Jefes de Estado de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), presidido por el Presidente de China, Xi Jinping, en el Centro Internacional de Convenciones y Exposiciones de Meijiang. Participaron líderes de los países miembros, entre ellos Vladimir Putin (Rusia), Narendra Modi (India), Kassym-Jomart Tokayev (Kazajistán), Sadyr Japarov (Kirguistán) y otros, además del Secretario General de la OCS, Nurlan Yermekbayev. El encuentro, marcado por una intensa agenda de cooperación regional y global, reafirmó el compromiso colectivo con una geopolítica más equilibrada.

Bajo el lema “Impulsando el Espíritu de Shanghái: La OCS en Acción”, los líderes reforzaron la cooperación en seguridad, economía, desarrollo sostenible y tecnología. Se aprobaron 24 documentos, incluida la Declaración de Tianjin y la Estrategia de Desarrollo de la OCS hasta 2035, así como una declaración conmemorativa por el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y la creación de la ONU, resaltando el papel histórico de los países miembros en la lucha contra el fascismo y su compromiso actual con un orden mundial más justo, democrático y multipolar, que desafíe las estructuras hegemónicas del sistema internacional.

Además, se firmaron acuerdos clave para establecer el Centro Antidrogas de la OCS y el Centro Universal para Contrarrestar Amenazas a la Seguridad, mecanismos que refuerzan la capacidad de la organización para enfrentar desafíos transnacionales con enfoques coordinados y soberanos. Estos consolidan la OCS como un actor central en la geopolítica euroasiática, promoviendo soluciones autónomas frente a las intervenciones unilaterales y las imposiciones externas.

La cumbre otorgó a la República Democrática Popular de Laos el estatus de Socio de Diálogo de la OCS y a la Comunidad de Estados Independientes (CEI) el de Observador, ampliando así su influencia en Asia Central y más allá. Cholpon-Ata, en Kirguistán, fue designada “Capital Turística y Cultural de la OCS” para 2025–2026, destacando el papel del intercambio cultural en la construcción de una identidad compartida basada en el respeto mutuo y la diversidad.

El evento coronó la presidencia china (2024–2025), un periodo en el que China impulsó una visión estratégica de integración regional, soberanía tecnológica y justicia en el sistema internacional. La responsabilidad pasó ahora a Kirguistán, que presentó como tema de su mandato: “25 años de la OCS: juntos por un mundo estable, desarrollo y prosperidad”. Entre sus propuestas destaca la creación de un mecanismo de ayuda en desastres, reflejando una dimensión humanitaria que fortalece la solidaridad entre los Estados miembros y proyecta la OCS como un actor clave en la geopolítica de la cooperación.

Tras la cumbre principal, se realizó la reunión “OCS Plus”, con participación de socios de diálogo y organizaciones internacionales, centrada en multilateralismo, seguridad regional y desarrollo sostenible. Este espacio reafirmó la necesidad de construir un orden global más inclusivo, donde los países del Sur Global puedan ejercer su voz sin subordinación, promoviendo una geopolítica de cooperación, no de confrontación, y avanzando hacia un mundo verdaderamente multipolar.

Al finalizar, el Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, y el Secretario General de la OCS ofrecieron una rueda de prensa conjunta, destacando los logros del encuentro y el fortalecimiento del papel de la OCS en la gobernanza global y regional. Subrayaron que la OCS no es una alianza militar ni una coalición de bloque, sino un espacio de diálogo estratégico que defiende la soberanía, la no intervención y la cooperación horizontal —valores esenciales para una geopolítica justa y un sistema internacional multipolar.

Voces del Sur en la construcción de un mundo multipolar

En este escenario de transformación geopolítica, Venezuela emerge como el país de América Latina que más se alinea con la visión estratégica de la OCS. Su política exterior, basada en el rechazo al intervencionismo, la defensa de la soberanía nacional y el fortalecimiento de alianzas sur-sur, refleja una profunda sintonía con el «Espíritu de Shanghái». A través de vínculos crecientes con China, Rusia, Irán y otros Estados miembros, Venezuela impulsa una alternativa concreta a la hegemonía unipolar, posicionándose como un actor clave en la articulación de una geopolítica más equilibrada y justa.

Esta visión no solo se expresa en lo político, sino también en lo simbólico y comunicacional. Es aquí donde entra en escena la Universidad Internacional de las Comunicaciones (LAUICOM), institución que, como Venezuela, defiende una transformación radical del sistema de información global. Ambos actores comparten una visión común: la necesidad de desmantelar las narrativas dominantes que legitiman el poder hegemónico y construir, desde los pueblos, una comunicación liberadora, crítica y autónoma.

LAUICOM entiende que el control de los medios de comunicación ha sido históricamente un instrumento de dominación en la geopolítica global. Por eso, su misión se centra en formar comunicadores comprometidos con la justicia social, la descolonización del conocimiento y la defensa de la soberanía simbólica. Al promover periodismo de resistencia, medios comunitarios y tecnologías de comunicación alternativas, LAUICOM impulsa una geopolítica de la palabra, donde las voces del Sur Global puedan ser protagonistas, no espectadoras.

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