Desde la Universidad Internacional de las Comunicaciones y en nombre de la República Bolivariana de Venezuela, nos dirigimos hoy con profunda reverencia y admiración a las Madres Heroínas de Argentina y del mundo, y de manera muy especial a la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo de Argentina. Su lucha, su resistencia y su incansable búsqueda de la verdad y la justicia han tejido un legado de dignidad que trasciende fronteras y épocas.
Las Madres de Plaza de Mayo, con su pañuelo blanco como estandarte de pureza y memoria, encarnan la más sublime expresión de la resistencia, el ejemplo y la resiliencia frente a las fuerzas opresoras. Enfrentaron con valentía el horror del primer Plan Cóndor, esa maquinaria de terror que, bajo el manto de dictaduras serviles al capital occidental, pretendió someter a Nuestra América y al mundo. Su paso firme en la plaza, reclamando por sus hijos e hijas desaparecidos, se convirtió en un grito de conciencia global, desnudando la barbarie y revelando la verdadera faz del autoritarismo. No solo desafiaron la represión brutal, sino que construyeron, desde el dolor más profundo, una nueva ética, épica, estética y política de la comunicación para la liberación. Rompieron el cerco mediático del silencio cómplice, transformando el dolor individual en una fuerza colectiva de denuncia y transformación.
Su lucha es un faro que ilumina el camino para todos los pueblos en resistencia del mundo, desde los movimientos feministas que hoy levantan la voz contra la opresión patriarcal, hasta aquellos que, inspirados por el legado de Bolívar, el Che, Evita y Chávez, buscan la emancipación definitiva. Las Madres nos enseñaron que la verdad es un arma invencible, que la memoria es un acto revolucionario y que la solidaridad es el cimiento de la verdadera liberación. Nos mostraron que la comunicación no es solo un medio, sino un campo de batalla por la conciencia, un espacio para construir relatos de esperanza y dignidad frente a la narrativa hegemónica del poder.
Es por ello que, en este momento crucial, elevamos nuestra voz para expresarles toda nuestra cercanía espiritual y todo el respaldo político y epistémico a la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo. Es inaceptable que esta institución, faro de conocimiento crítico y pensamiento descolonial, sea nuevamente acosada y amenazada con la clausura. La luz que irradian, el conocimiento que generan y el pensamiento liberador que promueven son más necesarios que nunca en un mundo que clama por justicia social y autodeterminación de los pueblos.
Desde la trinchera de la educación liberadora, concebida por maestros como Simón Rodríguez y llevada a la práctica por líderes como Hugo Chávez, entendemos que la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo no es solo una institución académica; es un espacio de resistencia, un bastión de la memoria histórica y un motor para la construcción de una sociedad más justa y humana. Que su labor siga siendo la luz e inspiración tan necesaria para todos los movimientos sociales y políticos liberadores de América Latina y del mundo.
¡Las Madres de Plaza de Mayo no arrearán sus banderas, ¡que son la nuestras! ¡Su legado es la semilla de la patria que soñaron nuestros libertadores y libertadoras!
Declaración suscrita en Caracas, Cuna de nuestro infinito Libertador Simón Bolívar el día 29 de julio de 2025.




